viernes, 30 de enero de 2009

La primera noche (La llave del destino VI)


Ya era tarde y no andábamos muy bien, los leones además de arrebatarnos a un amigo nos habían hecho heridas importantes. Necesitábamos descansar.
Tomamos una mala decisión al intentar acampar en el interior del valle; no habían pasado ni un par de horas cuando la tierra empezó a temblar y salieron unos orcos muertos vivientes no con muy buenas intenciones.
No nos habíamos enfrentado antes a ese tipo de criaturas y descubrimos que la mayoría de nuestras armas no eran efectivas contra criaturas que ya habían perecido, así que cansados, heridos y lamentando la perdida de Heltar, no estábamos en muy buen lugar. Cuando parecía que todo estaba perdido... otra vez gracias a los dioses Tanathor, el kender, apareció y tras decir unas palabras las criaturas se desvanecieron. Que de secretos que tiene el kender este. Después de habernos salvado el culo le presenté al grupo y todos le dimos nuevamente las gracias por todo lo que había hecho por nosotros.
Nos aconsejó acampar fuera si no queríamos morir prematuramente porque lo que habíamos visto era una mínima parte del mal que allí se alojaba.

En camino (la llave del destino III)

Seguimos las indicaciones del elfo y llegamos al desierto.
Al ser invierno no hacia demasiado calor pero al tratarse de arena e ir a pié el camino se hacia pesado.
Al atardecer decidimos acampar, todo eran dunas así que cualquier sitio podía ser un buen sitio. Como no conocíamos el terreno pensamos que lo mejor seria no hacer fuego, así pasaríamos desapercibidos. En la segunda guardia Ojo de Halcón nos alertó de que unas criaturas gigantes que solían vivir en esta zona nos atacaban: eran unos escorpiones enooormes!! A la parrilla podría haber servido de cena para todo un poblado jejeje. Heltar esa noche estaba acompañado de su Dios, luchó como un autentico héroe. En una de las ocasiones levantó su espada y la hundió en el cuerpo negruzco de la criatura arrancándole una especie de alarido y al sacar la espada el escorpión se desplomó. El otro, poco después murió bajo mi hacha.
Tras los hechos acontecidos dormí el resto de la noche a pierna suelta.

A la mañana siguiente reanudamos el camino. Sobre el medio día, a lo lejos, vimos una nube de polvo y … claro, tras el ataque nocturno no nos fiábamos demasiado. Sacamos nuestras armas esperando la aparición de un ser enorme y terrible sin embargo eran unas criaturas extrañas o me empezaba a fallar la vista. Sería un espejismo??? O consecuencia de demasiado sol sobre mi cabeza??. Eingg pero que es eso… humanos corriendo??(demasiado veloces) caballos sin cabeza??? No eran mitad humanos mitad caballos. Que conjuro malvado había hecho eso con ambas criaturas o.. quizás había sido un fallo de un mago inexperto?. Supongo que Ojo de Halcón tras ver mi cara de bobo me dijo que eran cen… cenn centollos o algo así. Nunca había visto esas criaturas.

Esperamos a su reacción antes de atacarlos. Parecían querer jugar con nosotros porque no hacían más que dar vueltas y vueltas alrededor nuestra, rompiendo de vez en cuando alguno de ellos el círculo y adentrándose hacia el centro donde estábamos para darnos un golpe inofensivo en nuestras espaldas. Orfan dedujo que se trataba de algún tipo de ritual o juego de estas criaturas A mi me pareció divertido y hubiera jugado con ellos si no fuera porque mis compañeros me aconsejaron que no era un buen momento para juegos. Jooo aunque los quiera muchísimo tengo que reconocer que mis compañeros son un poco aguafiestas.
El jefe del grupo se acercó y dijo que estaba buscando a un grupo de minotauros mercenarios (que la verdad tampoco se a que tipo de criatura se refería) que estaban por la zona. El caballero, que suele ser el portavoz del grupo le explico nuestros motivos en la zona y ofrecieron su ayuda ya que también luchaban contra el mal. Nos propusieron llevarnos a su lomo a una tribu que quizás nos pudieran ayudar. Aceptamos.

Tierras malditas (La llave del destino V)



El valle estaba desierto, a lo lejos una torre de vigía y el templo derruido. Daba la impresión de que debía hacer mucho que estas tierras no eran pisadas por seres vivos y posteriormente comprobaríamos que lo único que permanecía allí era el mal y la corrupción.
Aún era temprano así que decidimos explorar la zona y que mejor lugar para tener una buena vista del valle que la torre de vigilancia. No fue buena idea, a quien coooñ… se le ocurriría.

Antes de llegar a la torre ya empezaron los problemas.
Por los dioses del abismo! No podía ser verdad lo que veían mis ojos: seis leones hambrientos, se lanzaron sobre nosotros cuesta abajo desde la torre de vigía. Debía hacer muuucho que los animalicos no comían pero no me hacia mucha gracia que yo fuera lo que pretendían comer.

Lo próximo que relataré es un hecho que cambiaría mi forma de ver la misión y haría que mi corazón se quebrara.
Fue una lucha encarnizada, mi alma se encendió y sentí como una bestia se apoderaba de mi cuerpo; miembros amputados, sangre en el rostro, olor a muerte, gritos… caos. Cuando me hice con el control de mi mismo vi como uno de los nuestros había caído en batalla.
Dioses por qué nos habéis abandonado!!!!
En ese momento me embargó una sensación de venganza que no había experimentado anteriormente.
Sir Heltar había dado su vida por nosotros. Nunca olvidaré al paladín más valeroso que he conocido.
Prometo que vengaré tu muerte Sir Heltar!!
Acabaré con el mal de estas tierras y se reconstruirá el templo en el que pediré que haya una capilla en la que permanecerán tus restos incorruptos para que fieles de Paladine puedan visitar tu tumba y venerar al gran Heltar.

Para ello tenía que poner a salvo su cuerpo ya sin vida. Tras hablar con el resto de mis compañeros y “asegurarnos” de que en la torre no había más peligros, sólo unos espíritus que rememoraban su muerte en batalla (orgros contra humanos), me dirigí a la salida del valle para llevar los restos de Sir Heltar a la tribu Mikku pero.. siiii, los dioses me habían escuchado y parecía que no nos habían abandonado.

Un kender hermano, que reconozco que era algo raro ya que hablaba con una calavera, se ofreció a ayudarme y tras conjurar unas palabras me dijo que el cuerpo permanecería incorrupto. Ahora solo que daba esconder el cuerpo. No había muchas opciones (encima o debajo d una palmera) Decidimos que mejor debajo jejeje.
Thanathos, el kender, tenía cosas que hacer así que quedé con él en que nos veríamos a la noche y así le presentaría al resto del grupo. Como se alegrarían de ver a otro kender más en el grupo, pensé.

Volví con mis compañeros, los cuales se extrañaron de mi regreso tan temprano (soy rápido como un rayo, es broma, es que no fui). Les expliqué lo ocurrido y me miraron un poco raro, amosss que tuve que llevarlos a la entrada para que creyeran lo que les había dicho, luego de vuelta a las tierras malditas.

sábado, 24 de enero de 2009

La Tribu Mikku (La llave del destino IV)


Por el camino nos hablaron de la Tribu Mikku, era una tribu nómada del desierto, según ellos eran hospitalarios aunque algo barbaros. Su jefe se llamaba Alakar el Silencioso.
Al fin llegamos al campamento, tenía el culo molio!.
El jefe de los centauros hizo las presentaciones y se marchó en busca de los minotauros.

La tribu nos acogió como si fuéramos viejos amigos, nos proporcionaron comida y lugar donde pasar la noche.
El caballero observó como una anciana miraba fijamente la hoguera y creyó oportuno acercarse, algo arriesgado desde mi punto de vista ya que la ultima anciana a la que se acercó le explotó en la cara.
Heltar pensó que nos podría interesar por lo que nos hizo una señal para acercarnos.
Ya de cerca pude ver que era una mujer muy muy anciana. Seguía mirando el fuego como si pudiera ver más allá y dijo: " Y uno se impondrá a lomos de los constructores de la naturaleza, Caminará por un suelo viviente y hablará a una voz que es una por encima de muchas. Una figura de fuego y condenación, forjada a partir de la sangre de un dragón pero con apariencia abismal, protege un mar de luz que se creía perdida mucho tiempo atrás”
Alakar dijo que en breve comenzaría la fiesta y nos invitó a unirnos a ellos. FIESTAAAAAAA!!!!!!, estuve toda la noche comiendo, bebiendo y bailando con unas doncellas muy atractivas, que decir tiene que los demás se retitaron a sus aposentos para descansar y rezar a sus dioses (sosos).

A mitad de la 1ª guardia una niña se acercó a la tienda donde se encontraban mis compañeros. Era una niña con unos ojos azules profundos y de gran belleza. Decidí acercarme para ver si le ocurría algo (no eran horas para que una cría andará sola) cuando iba a ofrecerle mi mano me atravesó: Alucinanteee, era un espíritu. Tras esto todos prestamos gran atención a la niña. “Debeís daros prisa... los vientos transportan las voces de muchos espíritus, y están pidiendo ayuda entre llantos Debéis mantener la llave a salvo o todos se perderán. En el templo de los traicionados encontrareis el fragmento de luz, que os llevará por el camino que habéis elegido recorrer”.
Cuando desapareció y me dirigía de nuevo a la cama … aparecieron tres demonios del aire. Ojo de Halcón y Piedra Oscura estaban de guardia y nos avisaron del peligro pero al resto nos cogió por sorpresa, en calzones y desarmados. A pesar de todo, la situación era algo cómica pero no por ello menos peligrosa. En el interior de la tienda todo volaba, yo con las legañas pegadas en los ojos y ... ahí intentando derrotar al aire jejejeje.
Finalmente se desvanecieron pero claro con el jaleo que formamos despertamos a los miembros de la tribu a los que tuvimos que explicar lo ocurrido.
Asmara, la anciana y Alakar el jefe, confirmaron que la aparición era Ulena la hija de Alakar. Este nos contó que Ulena murió en un terremoto.
Tras lo ocurrido con más motivo la tribu estaba de acuerdo en ofrecernos ayuda.

jueves, 22 de enero de 2009

La llave del destino II



Tras continuar por las alcantarillas durante unas horas encontramos el símbolo que estábamos buscando. Era una inscripción élfica. Ni puerta, ni pomo, NADA como pensaban que pasaríamos… atravesando el muro???. Menos mal que nos acompañaba el Místico y se le ocurrió decir: “el camino esta despejado” y asombrosamente apareció en la pared una puerta de piedra. Piedra oscura cada vez me sorprende más. Al abrirla, pudimos comprobar que se trataba del refugio en el que se encontraban los elfos (se pensaba que habían desaparecido). Todos los elfos se nos quedaban mirando, era muy extraño y a la vez hermoso lo que habían conseguido hacer bajo tierra.

Un elfo que por sus ropas parecía ser una especie de guerrero y nos pidió que lo acompañáramos, Ael Ura Ki nos esperaba. Nos llevaron a una especie de tienda con colores llamativos y en su interior alfombras y cojines, era un lugar cómodo y apacible. Al poco llegó Ael, era una elfa muy hermosa (normalmente todas las elfas lo son pero esta tenia una belleza excepcional). Nos presentamos pero ella dijo que ya sabía de nuestra llegada y que nos conocía. El tiempo apremiaba y era importante que escucháramos sus palabras:”hay un dibujo que no podéis ver. Debéis liberar vuestro espíritu. Llevad la llave a las ruinas destrozadas, a través de la arena y por encima de las dunas. Buscad respuesta en las arenas del tiempo, buscad en vuestras almas y encontrad la señal” A mi esto me sonó a un a especie de acertijo, nunca se me dieron bien los acertijos así que confié en que mis compañeros supieran lo que había querido decir. Tras esto nos ofreció comida, ropas limpias y un lugar donde pasar la noche ya que nos quedaba un largo camino por delante.

A la mañana siguiente nos dieron un mapa de la zona a la que teníamos que ir y un elfo poco educado (creo que ese día se levantó con el pie izquierdo), el caso es que tenía algunos rasgos distintos al resto de elfos. Este nos condujo a la salida y comentó que el camino “debía de estar limpio” Ummmm… debía???? No me inspiró mucha confianza ese “debía” tras lo ocurrido con anterioridad por las alcantarillas de Pashín.
El día pasó sin más incidencias y tengo que reconocer que eso no me parecía muy divertido, pero las cosas pronto cambiarían.